El vaginismo consiste en una contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico que dificulta o impide la penetración. Puede ocurrir durante las relaciones sexuales, en una exploración ginecológica o al intentar usar un tampón.

Esta condición puede afectar seriamente la autoestima, la vida en pareja y la calidad de vida en general.

Sus causas pueden ser múltiples: miedo al dolor, experiencias traumáticas, ansiedad, presión cultural o incluso sin una causa clara.

Lo importante es saber que el vaginismo tiene tratamiento.

Puede incluir ejercicios para relajar el suelo pélvico, terapia psicológica en caso de ansiedad o trauma, y en algunos casos, el uso de fármacos como ansiolíticos o fármacos que actúan sobre la tonicidad muscular, como la toxina botulínica, siempre bajo supervisión médica.

Con un enfoque adecuado, muchas mujeres logran superarlo por completo.